Van un burro y su amigo el sapito paseando por el campo, cuando el burrito cae en una ciénaga y comienza a hundirse...
- sapito, sapito, sos mi amigo de toda la vida, sálvame, sálvame!
el sapito le arroja inútilmente ramitas y hojas para evitar que se ahogue, pero la falta de fuerza le impiden sacarlo.
- sapito, sapito, eres mi amigo de toda la vida, sálvame, sálvame!, no me abandones!
El sapo, desesperado, corre hacia la ruta más cercana, y ve llegar con alegría bruta camioneta 4x4, con malacate y vidrios negros incluidos.
Sin mucho esfuerzo logran rescatar al burrito, y el vehículo retoma su camino.
Semanas más tarde, ambos amigos se vuelven a encontrar paseando por el campo, pero esta vez, oh casualidad, es el sapito quien cae en la ciénaga.
- burrito, amigo mío, me debes una, por favor, sácame de aquí!
Con todo esmero, pero poca inteligencia, el burrito intenta vanamente tenderle una rama al sapito, o tirarle hojas secas para que flote, pero su torpeza no hace más que hundirlo un poco más con cada intento.
Desesperado corre en busca de auxilio, pero esta vez no encuentra nadie que lo socorra.
De repente, una idea le cruza la mente...
- Nadie la tiene como yo! - y con un poco de esfuerzo logra estirar su órgano hasta alcanzar al sapito, que tomándose de él logra escapar a la muerte.
Moraleja: si la tenés como la del burro, seguro que no necesitás la 4x4!
Publicadas por
Técnica J
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lunes, agosto 19, 2002
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